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        comenzar el procedimiento, las células del cartílago del 
        paciente se obtienen mediante artroscopía. Este moderno procedimiento 
        quirúrgico utiliza equipo miniaturizado y una cámara de 
        video, que son introducidos en el interior de la articulación por 
        medio de dos pequeñas incisiones. Esto permite al cirujano explorar 
        dentro de la articulación a través de una pantalla de TV 
        colocada en la sala de operaciones. La anestesia generalmente utilizada 
        es la local, pero se puede utilizar también anestesia general en 
        pacientes que prefieran no estar despiertos durante su cirugía. 
         
         Durante la artroscopía se toma una muestra de las células del cartílago, las que son posteriormemnte transportadas al laboratorio, donde por espacio de 2 a 6 semanas son puestas en cultivo para su reproducción "in vitro". Al cultivarse, se les coloca una enzima que disuelve la matriz y las libera, permitiendo su replicación. Luego, a través de una cirugía convencional, 
          primero se limpia la superficie del cartílago, eliminando la 
          parte dañada y mediante una pequeña incisión se 
          remueve una reducida porción de la piel que recubre la tibia, 
          membrana conocida con el nombre de periosteo, la cual se coloca en forma 
          de "bolsillo" sobre el cartílago, y es ahí donde 
          se inyecta la solución acuosa que contiene los condrocitos que 
          fueron anteriormente cultivados en el laboratorio, dando inicio al proceso 
          de regeneración. La recuperación dura entre seis meses y un año, y como el cartílago reemplazado se obtiene de las propias células del paciente, no hay peligro de rechazo inmunológico. | |||||||||||||
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