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  summary | introducción | características y fisiología de las CD |
generación de CD humanas in vitro | antígenos tumorales para vacunas | perspectivas futuras
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Aplicaciones en oncología
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Los resultados alentadores obtenidos en ensayos pre-clínicos in vitro y en modelos animales impulsaron el desarrollo de protocolos de inmunoterapia a nivel clínico.
En 1996, el grupo de Levy (40) fue el primero en publicar los resultados obtenidos en 4 pacientes con linfoma no-Hodgkin B de bajo grado (folicular) previamente tratados con quimioterapia. Las CD fueron obtenidas in vitro a partir de células mononucleares recolectadas por leucaféresis. Una vez pulsadas con la inmunoglobulina monoclonal expresada por estos linfomas, las células fueron inyectadas en los pacientes por vía subcutanea. En todos los casos se observó una respuesta inmune celular específica anti-tumoral y 3 mostraron regresión parcial o total de los linfomas.
Un número considerable de los estudios clínicos de vacunación con CD fueron realizados en pacientes con melanoma, debido a que los péptidos derivados de los antígenos específicos están mejor definidos que en otros tipos de tumor.

En 1998, Nestle y col. (46) vacunaron pacientes con melanoma con péptidos o lisados de tumor. Las vacunas fueron aplicadas directamente en los ganglios linfáticos inguinales a razón de una dosis semanal durante 4 semanas consecutivas, otra dosis a la sexta semana y posteriormente una dosis mensual durante 10 meses de acuerdo a la respuesta clínica. Demostraron que 5 de 16 pacientes tuvieron respuestas parciales y completas con regresión de las metástasis en varios órganos (piel, pancreas, pulmón y tejidos blandos). En 1999, Thurner y col. (54) emplearon CD pulsadas con el péptido MAGE-3A1 para vacunar 11 pacientes con melanoma avanzado. Los pacientes recibieron 5 vacunas a intervalos de 2 semanas, 3 por vía subcutanea y 2 por vía intravenosa. Se observaron respuestas mixtas con regresión de metástasis individuales en 6 pacientes. Además, observaron la inducción de la expansión de linfocitos T citotóxicos en 8 de los 11 pacientes.
A partir de estos estudios pioneros que demostraron la factibilidad y la baja toxicidad de la administración de células dendríticas, varios grupos han reportado resultados preliminares de ensayos clínicos.

La vacunación con CD podría constituír una alternativa para el tratamiento de pacientes con cáncer de próstata que no responden a la terapia hormonal convencional. Murphy y Tjoa (55) emplearon CD derivadas de monocitos pulsadas con péptidos derivados del antígeno de membrana específico de próstata (PSMA). Se aplicaron un total de 6 vacunas por vía intravenosa cada 6 semanas. De 25 pacientes evaluables, observaron 2 respuestas completas y 6 respuestas parciales. Burch y col. (56) vacunaron pacientes con adenocarcinoma de próstata refractario a hormonas. Las CD fueron pulsadas con el antígeno PA2024, proteína de fusión entre la fosfatasa ácida prostática (PAP) y GM-CSF. Los pacientes recibieron 2 dosis de CD pulsadas con PA2024 por vía intravenosa seguido de 3 dosis de proteína PA2024 por vía subcutanea en intervalos de un mes. De 12 pacientes evaluables, 3 mostraron una reducción de más del 50% del PAP sérico y en la mayoría de los pacientes se observó la activación de poblaciones de células T específicas dentro de las 4 semanas de la primera infusión de CD. Asimismo, Small y col. (57) emplearon CD pulsadas con PA2024 para vacunar 31 pacientes que presentaban el mismo cuadro clínico. Todos los pacientes desarrollaron un respuesta inmune a PA2024 y en el 38% de los casos se detectó una respuesta a PAP. En 3 pacientes se detectó una reducción de más del 50% y en otros 3 una reducción del 25 al 40% del nivel de antígeno específico de próstata (PSA) en suero. Los autores correlacionaron el tiempo transcurrido previo a la progresión de la enfermedad de los pacientes con el desarrollo de una respuesta inmune a PAP y con el número de CD que recibieron.

Con respecto a mieloma múltiple, las células malignas presentan rearreglo de genes de inmunoglobulina y secretan una paraproteína (idiotipo) que en la mayoría de los casos es IgG o IgA monoclonal. Esta paraproteína es pobremente antigénica, pero al ser clon-específica representa un blanco de elección para su empleo en inmunoterapia. Reichard y col. (58) llevaron a cabo un estudio en 12 pacientes que previamente habían recibido un trasplante autólogo de células progenitoras de sangre periférica. Dos pacientes tuvieron una respuesta completa, 9 una respuesta parcial y uno permanecio con enfermedad estable. Tres a 6 meses luego del trasplante, los pacientes recibieron CD pulsadas con proteína idiotípica por vía endovenosa. La vacuna fue repetida a las 4 semanas y posteriormente se administraron 5 vacunas adicionales administradas cada 4 semanas de proteína idiotípica conjugada con KLH (keyhole limpet haemocianin). Las vacunas fueron bien toleradas; de los 12 pacientes 2 mostraron una respuesta celular anti-idiotipo y 11 una respuesta celular específica anti-KLH, indicando que los pacientes eran inmunocompetentes al momento de la vacunación. Las respuestas completas fueron sostenidas por 30 meses mientras que el paciente con enfermedad estable mostró una disminución en los niveles de paraproteína sérica.

Lim y Bailey-Wood (59) trataron a 6 pacientes con CD pulsadas con proteína idiotípica. Se administraron 3 vacunas por vía intravenosa cada 2 semanas. Un paciente mostró una disminución del 25% de la paraproteína sérica que fue sostenida por 13 meses y en otros 2 pacientes permaneció constante hasta 8 meses posteriores a la vacunación. Nuevamente este estudio sugiere que el tratamiento con CD pulsadas con idiotipo es bien tolerado por los pacientes y que puede resultar en una estabilización de la enfermedad y en algunos casos en una respuesta clínica objetiva.

Con respecto al carcinoma de riñón, Hotl y col. (60, 61) vacunaron pacientes que presentaban metástasis con CD derivadas de monocitos pulsadas con lisados de células tumorales y KLH. Los pacientes recibieron 3 infusiones intravenosas a intervalos de un mes. Un paciente desarrollo un respuesta parcial y otros dos permanecieron con enfermedad estable. Kugler y col. (31) emplearon un método alternativo, crearon híbridos de células tumorales autólogas con CD derivadas de monocitos alogénicos por electrofusión. Los híbridos fueron irradiados previo a su inyección por vía subcutanea, dosis que fue repetida a las 6 semanas. Posteriormente los pacientes cuya enfermedad no progresaba recibieron inmunizaciones cada 3 meses. De los 7 pacientes tratados, 4 alcanzaron remisiones completas, 2 parciales y uno presentó una respuesta mixta.
En la tabla II se resumen los resultados de diversos estudios clínicos llevados a cabo durante los ultimos años.

Aplicaciones en infectología

Los linfocitos T CD8+ antígeno específicos podrían proveer resistencia a algunas enfermedades infecciosas. La infección con citomegalovirus constituye una seria complicación en trasplantes alogénicos de médula ósea. Se ha demostrado la generación de respuestas citotóxicas específicas in vitro contra epitopes de citomegalovirus (CMV) presentados por CD (76, 77, 78). Resultados análogos se obtuvieron empleando el péptido EBNA-3A del virus Epstein-Barr (79) y un péptido derivado del gen gp160 del virus HIV-1 (80). En 1998, Kundu y col. (81) llevaron a cabo un estudio piloto en 6 pacientes infectados con HIV-1 empleando vacunas con CD cargadas con péptidos derivados de proteínas virales. Si bien el número de linfocitos T CD4+ y el nivel de carga viral permanecieron estables durante el tratamiento, las infusiones fueron bien toleradas por los pacientes y se observaron aumentos en la producción de IFN-g e IL-2 y proliferación de linfocitos citotóxicos específicos antiproteínas de envoltura.

Recientemente, se identificó una lectina específica de CD denominada DC-SIGN (por dendritic cell-specific ICAM-3 grabbing nonintegrin) (82, 83). Esta molécula media una adhesión débil entre las CD y los linfocitos T, lo que permitiría que las moléculas de TCR presentes en la superficie de los linfocitos T escaneen la superficie de las CD, en donde sus ligandos (CMH-péptido) están presentes en un número relativamente bajo (10-1000 moléculas/célula), con la subsecuente activación de las células T.
Por otra parte, DC-SIGN actúa como ligando para el virus HIV-1. La molécula presente en las CD de las mucosas une el virus, permitiendo el transporte del mismo a los órganos linfáticos secundarios y su transmisión a las células blanco. Este hallazgo señala a DC-SIGN como un potencial sitio sobre las CD para manipular la respuesta inmune y la infección por HIV-1. Además ilustra la importancia de no restringir el análisis a antígenos y linfocitos cuando se desea manipular la respuesta inmune (84).

 
 
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