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aplicaciones clínicas |
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summary
| introducción |
características y fisiología
de las CD | generación de CD humanas in vitro | antígenos tumorales para vacunas | perspectivas futuras | bibliografía | |
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Aplicaciones en oncología [ver tablas] Los resultados alentadores obtenidos en ensayos pre-clínicos
in vitro y en modelos animales impulsaron el desarrollo de protocolos
de inmunoterapia a nivel clínico. En 1998, Nestle y col. (46) vacunaron pacientes con
melanoma con péptidos o lisados de tumor. Las vacunas fueron
aplicadas directamente en los ganglios linfáticos inguinales
a razón de una dosis semanal durante 4 semanas consecutivas,
otra dosis a la sexta semana y posteriormente una dosis mensual durante
10 meses de acuerdo a la respuesta clínica. Demostraron que 5
de 16 pacientes tuvieron respuestas parciales y completas con regresión
de las metástasis en varios órganos (piel, pancreas, pulmón
y tejidos blandos). En 1999, Thurner y col. (54) emplearon CD pulsadas
con el péptido MAGE-3A1 para vacunar 11 pacientes con melanoma
avanzado. Los pacientes recibieron 5 vacunas a intervalos de 2 semanas,
3 por vía subcutanea y 2 por vía intravenosa. Se observaron
respuestas mixtas con regresión de metástasis individuales
en 6 pacientes. Además, observaron la inducción de la
expansión de linfocitos T citotóxicos en 8 de los 11 pacientes. La vacunación con CD podría constituír una alternativa para el tratamiento de pacientes con cáncer de próstata que no responden a la terapia hormonal convencional. Murphy y Tjoa (55) emplearon CD derivadas de monocitos pulsadas con péptidos derivados del antígeno de membrana específico de próstata (PSMA). Se aplicaron un total de 6 vacunas por vía intravenosa cada 6 semanas. De 25 pacientes evaluables, observaron 2 respuestas completas y 6 respuestas parciales. Burch y col. (56) vacunaron pacientes con adenocarcinoma de próstata refractario a hormonas. Las CD fueron pulsadas con el antígeno PA2024, proteína de fusión entre la fosfatasa ácida prostática (PAP) y GM-CSF. Los pacientes recibieron 2 dosis de CD pulsadas con PA2024 por vía intravenosa seguido de 3 dosis de proteína PA2024 por vía subcutanea en intervalos de un mes. De 12 pacientes evaluables, 3 mostraron una reducción de más del 50% del PAP sérico y en la mayoría de los pacientes se observó la activación de poblaciones de células T específicas dentro de las 4 semanas de la primera infusión de CD. Asimismo, Small y col. (57) emplearon CD pulsadas con PA2024 para vacunar 31 pacientes que presentaban el mismo cuadro clínico. Todos los pacientes desarrollaron un respuesta inmune a PA2024 y en el 38% de los casos se detectó una respuesta a PAP. En 3 pacientes se detectó una reducción de más del 50% y en otros 3 una reducción del 25 al 40% del nivel de antígeno específico de próstata (PSA) en suero. Los autores correlacionaron el tiempo transcurrido previo a la progresión de la enfermedad de los pacientes con el desarrollo de una respuesta inmune a PAP y con el número de CD que recibieron. Con respecto a mieloma múltiple, las células malignas presentan rearreglo de genes de inmunoglobulina y secretan una paraproteína (idiotipo) que en la mayoría de los casos es IgG o IgA monoclonal. Esta paraproteína es pobremente antigénica, pero al ser clon-específica representa un blanco de elección para su empleo en inmunoterapia. Reichard y col. (58) llevaron a cabo un estudio en 12 pacientes que previamente habían recibido un trasplante autólogo de células progenitoras de sangre periférica. Dos pacientes tuvieron una respuesta completa, 9 una respuesta parcial y uno permanecio con enfermedad estable. Tres a 6 meses luego del trasplante, los pacientes recibieron CD pulsadas con proteína idiotípica por vía endovenosa. La vacuna fue repetida a las 4 semanas y posteriormente se administraron 5 vacunas adicionales administradas cada 4 semanas de proteína idiotípica conjugada con KLH (keyhole limpet haemocianin). Las vacunas fueron bien toleradas; de los 12 pacientes 2 mostraron una respuesta celular anti-idiotipo y 11 una respuesta celular específica anti-KLH, indicando que los pacientes eran inmunocompetentes al momento de la vacunación. Las respuestas completas fueron sostenidas por 30 meses mientras que el paciente con enfermedad estable mostró una disminución en los niveles de paraproteína sérica. Lim y Bailey-Wood (59) trataron a 6 pacientes con CD pulsadas con proteína idiotípica. Se administraron 3 vacunas por vía intravenosa cada 2 semanas. Un paciente mostró una disminución del 25% de la paraproteína sérica que fue sostenida por 13 meses y en otros 2 pacientes permaneció constante hasta 8 meses posteriores a la vacunación. Nuevamente este estudio sugiere que el tratamiento con CD pulsadas con idiotipo es bien tolerado por los pacientes y que puede resultar en una estabilización de la enfermedad y en algunos casos en una respuesta clínica objetiva. Con respecto al carcinoma de riñón,
Hotl y col. (60, 61) vacunaron pacientes que presentaban metástasis
con CD derivadas de monocitos pulsadas con lisados de células
tumorales y KLH. Los pacientes recibieron 3 infusiones intravenosas
a intervalos de un mes. Un paciente desarrollo un respuesta parcial
y otros dos permanecieron con enfermedad estable. Kugler y col. (31)
emplearon un método alternativo, crearon híbridos de células
tumorales autólogas con CD derivadas de monocitos alogénicos
por electrofusión. Los híbridos fueron irradiados previo
a su inyección por vía subcutanea, dosis que fue repetida
a las 6 semanas. Posteriormente los pacientes cuya enfermedad no progresaba
recibieron inmunizaciones cada 3 meses. De los 7 pacientes tratados,
4 alcanzaron remisiones completas, 2 parciales y uno presentó
una respuesta mixta. Los linfocitos T CD8+ antígeno específicos podrían proveer resistencia a algunas enfermedades infecciosas. La infección con citomegalovirus constituye una seria complicación en trasplantes alogénicos de médula ósea. Se ha demostrado la generación de respuestas citotóxicas específicas in vitro contra epitopes de citomegalovirus (CMV) presentados por CD (76, 77, 78). Resultados análogos se obtuvieron empleando el péptido EBNA-3A del virus Epstein-Barr (79) y un péptido derivado del gen gp160 del virus HIV-1 (80). En 1998, Kundu y col. (81) llevaron a cabo un estudio piloto en 6 pacientes infectados con HIV-1 empleando vacunas con CD cargadas con péptidos derivados de proteínas virales. Si bien el número de linfocitos T CD4+ y el nivel de carga viral permanecieron estables durante el tratamiento, las infusiones fueron bien toleradas por los pacientes y se observaron aumentos en la producción de IFN-g e IL-2 y proliferación de linfocitos citotóxicos específicos antiproteínas de envoltura. Recientemente, se identificó una lectina
específica de CD denominada DC-SIGN (por dendritic cell-specific
ICAM-3 grabbing nonintegrin) (82, 83). Esta molécula media una
adhesión débil entre las CD y los linfocitos T, lo que
permitiría que las moléculas de TCR presentes en la superficie
de los linfocitos T escaneen la superficie de las CD, en donde sus ligandos
(CMH-péptido) están presentes en un número relativamente
bajo (10-1000 moléculas/célula), con la subsecuente activación
de las células T. |
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